El sábado tuvimos día de pruebas de vestuario. Y la verdad, es que todo iba saliendo sobre lo previsto.
En los momentos muertos, era de rigor dar una vuelta y poder contemplar lo que se cocía por dentro.
Además del fitting de Mercedes Castro, también incluyo fotos de los momentos previos al desfile de María Escoté, del set de maquillaje, y de Stenerös, nuestros compañeros de vestuario.
Pasen y disfruten.
La verdad, que a medida que pasaban las horas es cuando la cosa se ponía interesante.
Periodistas, curiosos, diseñadores, fotógrafos...
Todas estas piezas las ha tejido Mercedes Castro a mano.
No hay trampa ni cartón. Ni máquinas de por medio.
Ya sabéis que disfruto mucho viendo cómo reacciona la gente ante algo bello o diferente por primera vez y en esta ocasión no iba a ser menos.
Uno mismo hace un zoom. Primero sorprende el colorido o algún bordado llamativo. Pero la mano se vuelve loca! Te apetece tocarlas, mimarlas. Se hacen de querer.
Descubriendo poco a poco los pequeños detalles, cambios de texturas, tejidos...
Mercedes Castro lo lleva haciendo desde pequeña. Le resulta natural.
Creo que a este tipo de diseñadores hay que ponerlos en una agenda con fosforito.
No hay mucha gente hoy en día que apueste por hacer el punto a mano y con diseños actuales.
Puede ser una apuesta arriesgada comercialmente para unos y para otros... la otra cara de la moneda.
Hay que abrir nuevos caminos o tal y como estamos ahora (situación peliaguda)... intentar llevar a tu terreno lo aprendido, ser sincero con uno mismo y sentirlo como propio.
Lo transmitirás y no cabe duda que Mercedes Castro lo ha hecho con creces.